martes, 30 de noviembre de 2010

Unas últimas palabras. Malas palabras para buenos propósitos.

Estoy cansado y solo; fuera de mí; Casi sin aliento encadeno estas palabras En un silencio atroz En el que la llama se apura rescoldada Y detrás de las manecillas del reloj Asoma certero el rostro de la locura. Agarro un cigarrillo y me consumo en un poema Que siempre está por escribir, En un poema que ha de ser escrito, En un poema que se escribirá en un donde sin un después. Y después, después risa y llanto. Estoy cansado y solo, fuera de mí, Sin aliento capaz sólo soy De encadenar silencios y una buena porción de dolor. Yo ni siquiera gritaré si el pájaro no lo permite. Y entonces, entonces no habrá risa Sólo habrá dolor y llanto, Y no cantaran los momentos, Ni se posará la luz en el detalle, Ni volarán las palabras, porque un tupido velo de humedad habitará en los ojos y acristalará los cielos para sobre mí dejarlos caer. Entonces y sólo entonces Desearé la amada muerte, Que mientras azote la vida (procuraré no perderme ni dejarme caer).

No hay comentarios:

Publicar un comentario