martes, 7 de diciembre de 2010

Gran Partita

…y con sólo veros
dejaros siempre de ver.
Garcilaso
Sabio, poeta y filósofo merodean por una cuneta de espaldas a la gran ciudad. El sabio observa el suelo y de cuando en cuando levanta la cabeza despistado para pronunciar algún improperio; el poeta mira el cielo ensimismado y el filósofo escucha atento el trinar de los pájaros y la sabia surcar los troncos de los árboles escuálidos de carretera. “Podíais andar más lento”, dice el poeta. “Pensamiento y movimiento son todo uno”, responde el sabio, y el filósofo, nada anacoreta: “en la contemplación todo sucede muy rápido”. “En fin, nada hay dentro que no se mueva hacia fuera”. Y dice el poeta: “Cuando amo solo sólo se amar”. Y dice el sabio: “Cuando siento sólo se pensar; cuando pienso sólo se sentir”. Y dice el filósofo: “Pienso luego existo; existo luego pienso; pienso cuanto sé sentir, siento cuanto se pensar”. “Dejémonos de galimatías que en el mundo hay mucho que versar”. Y dice el sabio: “Todo queda, nada falta” y el filósofo queda en silencio. Pasa el tiempo. Dice el poeta: “El tráfico del hombre me ofusca el pensar”, Y dice el sabio: “Y ensordece la brizna”. Y el filósofo: “Por allí se acerca una arboleda de eucaliptos; pararemos a reflexionar que tengo los pies desnudos de tanto pensar”. “Mente y cuerpo son todo uno; la vida es intuición; el poeta sobre esto tendrá algo que hablar”. “Música de minué que se deslía distraida bajo las ramas del almendro”. “Colgado debías estar”. Y el filósofo: “Ya llegamos; reposemos”. “Los filósofos siempre parecéis comer en exceso” increpa el sabio y el poeta congratulado ríe. “Gracioso sabio, siempre dormido y siempre despierto”. “Siempre vivo y siempre muerto, querrás decir”. “ Aquí están los eucaliptos- dice el poeta- verde viento, blanca rama”. Y dice el sabio: “Yo os saludo”. Y dice el filósofo: “Pobre poeta que siempre pierde el sentido en aras de la belleza” Y el sabio: “Poca cosa hay que no sea bella. La adulación sólo produce risa”. Y entonces el poeta queda serio: (Qué chispa). “Profundo dolor del que sólo sabe ser en lo que no es”. “¿Dolor?. Sólo necio ha de ser”. Y dice el poeta: “Los trágicos sólo somos una suma de nuestro dolor”. Y suenan las ramas de los eucaliptos y dice el sabio: “la sabiduría de todo se ríe”. Y dice el filósofo: “Pues, marchémonos”. Y entonces suena la gran partita y el viento estremece los eucaliptos y un coche pasa raudo y un niño atisba por la ventanilla húmeda la sombra de tres sombras andando y discutiendo etéreos a lo lejos.

http://www.youtube.com/watch?v=RrLplgSCkO0

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